¡Hola!
Se me han pasado ido pasando los días para contar mi experiencia en el comedor y para agradecer al AMPA, o sea a todas las familias que lo formamos y en especial a quien se le ocurrió esta propuesta, a Carmen por su eficiente y encantadora gestión, a la directora por aceptarla y a l@s profesionales que llevan el comedor por efectuarla y hacerlo con tanto mimo. Gracias a quienes se han ocupado de decorar el comedor y a los monitores que cuidan de nuestros hijos.
Fui a comer un lunes a la vuelta de Navidad. La verdad es que fue un poco atropellado todo; con el típico caos post-navideño y la vuelta brutal a la rutina, unido a mis despistes, se me olvidó el día, pero finalmente fui, y ahí llegué a un comedor en segundo turno, con muchísimos niños y un alboroto interesante. Pero se les veía tranquilos y felices. La verdad es que para ser un espacio tan grande, es cálido y alegre, con sus colores en el techo. Yo me senté con los pequeños y estuve muy a gusto. La pared de mi derecha estaba decorada al detalle, con dibujos del cuento de “El Pez Arcoiris”. Por otros lados, la pirámide de la alimentación y muchos otros dibujos y mensajes sobre la salud y la convivencia. Genial todo.
He de decir que la comida está buenísima, ese guiso de carne con patatas, mmmm! A mí me encantó. De segundo un pescadito con ensalada, muy sanito. Hablando con mis hijos en casa de que había estado en su comedor y de lo rica que estaba la comida, a ellos les había gustado más el segundo, así que mira, un empate.
Claro que se les hizo curioso que hubiera estado allí comiendo (aunque no coincidí con ellos). Las miradas de los de 1º y de las profesoras que pasaban por allí también fueron muy graciosas. ¡Merece la pena ir!
Cristina Arana.
Gracias por compartir tu experiencia
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